La luz cuando en el aire amanece
es un oscuro olor a verde profundo
el mar en él
semillas hoscas se esconden
viejas cicatrices de tierra las albergan
La luz enardece aún cuando declina
y nada vacila en la tarde ahogada
nada más que el temblor del asfalto incendiado
El tilo dejó su rastro en el aire, marcó la región umbría
y nada se mueve más que la incesante caída de la luz
al abismo
Respirar es una cuestión seria
el pecho se rebela contra el viejo ejercicio
inhalar exhalar y otra vez
nada se mueve más que el temblor del asfalto incendiado
La retama amarillea a retazos por el baldío
refresca a puro capricho ahora una aspiración
y la luz cae sin tregua hacia el abismo
Ahora una expiración
2 comentarios:
Lo he hecho, acompañándote ;) Me has hecho verlo, y me ha parecido muy hermoso.
Un abrazo
y gracias
Muchas gracias por acompañarme, Sonsoles. Saludos
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