los árboles se inclinan
ángulos agudos dibujados contra el cielo
duro de ausencia de tanta roca brillante
remata el trueno que silencia tu boca
la mía en constante desacuerdo
el silencio repentino rueda por paralelas
el llanto de los trenes se atesora
viejos enjoyados de flores silvestres
los rieles trepidan al paso de la máquina
los míos en constante divergencia
quién podrá sumirse en la oscura boca del cielo
apacentar así los huérfanos de tanto azul
quién rescatará la próxima luz que desfallezca
de los brazos tormentosos de este suelo
2 comentarios:
Ando bien por suerte. Qué lindo entrar y ver nuevos poemas. Me gustan como los desarrollás y los versos finales.
Un abrazo.
Gracias otra vez, Loli.
beso
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