Montevideo la gris
por obra del destino
nos alberga
oculta miserias
vistiendo encajes, cuando nos miente orilla de mar
o de luces cuando anochece, allá en el cerro cíclope
a veces sin embargo
nos da un empujón
nos reta como a niños
nos obliga a jugar con los colores
a sacar el tamboril
las ganas de reír
y de gris se torna claramente azul
Mi nieta mayor no sabe que celeste no es un color
y por más que se lo explico no acepta
que la tarde de hoy es azul claro
ella repite
despreciando mis apuntes eruditos
hoy es celeste,
celeste la tarde,
es celeste.
La tumba profanada
Hace 2 días
5 comentarios:
"La poesía es un atentado celeste" se dice por ahí no?
Gracias por el comentario.
saludos
diego.
Oiga, no agradezca, ¿vio?
beso
ahora que lo leí para mi, me gustó. jeje
saludos
muy hermoso, también la imagen/
aprendí del celeste pequeñita y nadie me lo saca, tampoco. ;)
¡un beso, guapa!
Gracias, Ña Ori.
un beso pa ti también.
silvia
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