
Redonda
hay una angustia instalada
ahí
entre el esternón y el ombligo.
crece y arde en las noches.
El filo de la duda corta
se hunde
recorta dentadas bocas.
Muerde en las noches.
Campo de batalla, a hombros
periartríticos, guerreros
escapularmente adoloridos, soy.
En un rincón esta angustia afilada
enfrente esta duda circular.
Alimentan con carne de mí,
con sangre de mí,
insomnios.
La pretensión más egoísta de todas
Hace 2 días
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