Me siento en la cama sobre la fiebre,
sobre el ardor común de esta fiebre común
y cuando voy a escribir/sangrar
suena un teléfono que no existe
y desde algún lugar en mi interior
él me dice/sonríe
el cuchillo es para el queso eso,
y tus piernas para mí, bonita
él me habla/salva.
No escribo/sajo, sólo respiro
confiada, súbitamente despierta
detrás de los ojos ardientes.
La tumba profanada
Hace 2 días
4 comentarios:
Quisiera escucharte. Quisiera haber estado la semana pasada. ¿Fue la semana pasada? Ya no se ni en que dia vivo.
Quisiera...
Besos.
Besos para ti, Loli. Yo también quisiera.
"despierta
detrás de los ojos ardientes". Está muuuuuuuy bien eso, casi no lo "entendí" (un verbo odioso para la poesía, obvio) hasta ese final. Impecable. Ese final es ya un poema.
Gracias por pasar, querida Pau.
Beso
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