mi cómplice solitario elude el abrazo nocturno
sacia su sed en la pálida luna de vidrio frío de gris
andrajo de hielo
que esconde toda luz en su seno de misterio
solitario, mi cómplice se despeña en rigores de estrella
de vía láctea, nubladamente celestes, cálido y lejano
relampagueando miel
o lejos y ajeno, que la distancia y la otredad a veces son lo mismo
cómplice, mi solitario amante vuela en la noche hacia el azul
buscándose en las nubes magallánicas, en la copa del cielo,
o como ala desplegada
planea suave hacia el suelo, semilla en el aire desnudo, y sueña
La tumba profanada
Hace 2 días
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