Desde el vórtice de la tormenta
llego como vándalo nocturno
a quebrar la antigua porcelana
Vengo a perder la cordura paralítica
y a encontrar en géminis
mi trópico
A beber sin apurar de cálices robados
a exorcizar
con sándalo y alcohol
los dioses que no dejan ver lo mágico
Me despeño
hacia la sima
sin pensar en el fin,
única
certeza
inútil
Prefiero vorágine y caos,
antes que el orden
ordenado
por la rueca ancestral
2 comentarios:
no existe tal orden ancestral. eso parece, pero no.
como siempre, Silvia...bárbaro
Parece que sí, laveron: hay un carcelario orden ordenado por la rueca ancestral. Espero que tengas razón, que haya alguna grieta para la libertad.
Bueno el blog y para darle vueltas a las poesías.
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