Habría que saber cómo encontrarte, cómo ver tu pálido cuerpo y cubrirte luego. Habría que imaginarse primero cuál de tus dones aprovechar, dejarte ir y venir, verte caminar sobre delicadas alfombras, dejar que cantes tonadas viejas, o tararees duros ritmos jipjopeados. Verte atravesar patios amplios abarcadamente cubiertos de Billie, de Ella, de Jagger o Plant y luego, mucho más luego, mirarte sonreír y acercarte a musitar en mi oído la letra primera de mi próximo intento de poema.
Por ejemplo:
Frío, frío despeñado y solo.
Y a veces –pocas–
me amagas el espíritu
temblando de calor.
La tumba profanada
Hace 2 días
1 comentarios:
Me encantó,especialmente "escoitar a doce fala galega" en un día como hoy en que necesitaba algún mimito en el corazón. Trabajaste mucho y se nota en el resultado.
Besos
Sonia
Publicar un comentario